1118
post-template-default,single,single-post,postid-1118,single-format-standard,theme-lounge,lounge-core-1.0.3,woocommerce-no-js,,ajax_updown_fade,page_not_loaded

ABRAZA A TU NIÑO INTERIOR: APRENDER A AMARNOS A NOSOTROS MISMOS por VICTORIA CADARSO

 

ABRAZA A TU NIÑO INTERIOR: APRENDER A AMARNOS A NOSOTROS MISMOS por VICTORIA CADARSO

Publicado en Artículo, Varios 09 May 2017

Con frecuencia cuando las personas escuchan la frase niño interior piensan “¿que es eso?, ¡destapar cosas que uno no quiere recordar!, ¡que tontería!, ¡que ganas de volver atrás!, ¿para que?….” Lo que no saben es que queramos o no queramos todos estamos continuamente navegando a nuestro pasado y accediendo a recuerdos positivos o negativos de nuestra infancia. Que seamos conscientes o no que hacemos esto es otra cosa, sin embargo, el resultado es que estos viajes nos cambian nuestros estados emocionales. Así pues, cuando sin motivo aparente para nosotros, pasamos de la tranquilidad al miedo, de la alegría al enfado o de repente nos sentimos tristes…… es porque hemos viajado a algún recuerdo de nuestro pasado que ha activado una emoción en el presente.

Cuando nos sentimos avergonzados, vulnerables, blanditos, débiles es muy probable que también hayamos hecho una regresión espontanea a nuestro pasado. Hayamos conectado con un momento pasado en que nos sentimos así y que como no nos han enseñado a procesarlo o como decimos los psicólogos trabajarlo pues sigue activo y se sigue manifestando en el presente. Por suerte o por desgracia muchos creen que son su parte racional, y que tienen que controlar sus emociones y sus sensaciones y no se dan cuenta, o no se quieren dar cuenta, que somos las tres cosas: lo que pensamos, lo que sentimos y lo que nos moviliza o como nos comportamos; y que si descartamos alguna de estas facetas nos estamos limitando por lo menos en un tercio o dos tercios de la totalidad.

girl-1863906_1920

Para que seamos personas auténticas, totales e integradas y coherentes tenemos que ser conscientes no sólo de lo que pensamos, sino también de lo que sentimos (y como lo sentimos) y que nos impulsa, motiva, o mueve a llevar a cabo ciertos comportamientos. Lo que resulta todavía más desconcertante para muchos es que todo lo que hacemos en la actualidad es el resultado de las bases que aprendimos en nuestra infancia, y si tuvimos la mala suerte de aprenderlo mal o de no aprenderlo pues estamos limitados en la actualidad. Por otro lado, la buena noticia es que hoy en día gracias a los avances de la neurociencia ya no tenemos por qué creer que estamos condicionados para siempre.

En las recientes investigaciones de la neurociencia, sabemos gracias a la neuroplasticidad del cerebro que podemos seguir aprendiendo, y por lo tanto sustituyendo comportamientos negativos por comportamientos positivos, hasta que nos muramos. Además, según la neurogenesis también sabemos que podemos generar nuevas neuronas, si hacemos nuevos aprendizajes, por lo que ya no vale decir “no puedo cambiar, si no cambias es porque no quieres hacer lo que hay que hacer para generar un comportamiento mejor.

Ese es el trabajo del niño interior, revisar nuestros aprendizajes de la infancia y cambiar los que nos limitan por otros que nos resulten mejores y más saludables en el presente para poder sentirnos mejor. Hasta aquí puede que nos convenzamos que es posible hacerlo, pero la gente se pregunta ¿y que hay que hacer, como hacerlo, realmente se producen resultados? Pues lo que tenemos que hacer es revisitar, recordar nuestra infancia y aquellos momentos que nos sentimos vulnerables, o cuando sentimos algún daño o dolor. Estos momentos son los que nos ha hecho desarrollar ciertos mecanismos para no acceder a esta parte nuestra dolorosa o dolorida y por ello, de alguna manera, nos hemos separado o dividido de partes nuestras que son importantes para sentirnos íntegros y plenos.

¿Por qué crees que tu, como la mayoría de los humanos, que tienes la sensación que te falta algo, o que no eres todo lo que pudieras ser, o te evalúas y criticas constantemente y no crees que estás a la altura de diferentes circunstancias y situaciones? Pues claramente porque no has resuelto cosas de tu infancia que te siguen afectando en el presente. ¿Y cómo nos damos cuenta de qué nos sigue afectando en el presente? Cada vez que hacemos algo y nos rechazamos o criticamos por no haber hecho algo diferente estamos divididos y accediendo a una parte nuestra no resuelta, a nuestro niño interior herido. Cuando una parte de ti hace algo y otra parte de ti lo critica es que no hemos integrado todas las partes de nosotros que forman parte de nuestra identidad. Para hacerlo conviene que hagamos el trabajo del niño interior que no es ni más ni menos que intentar entender, apreciar, aceptar todo lo que hemos hecho y todo lo que hemos llegado a ser aunque haya cosas que queramos mejorar. Se trata de aprender a AMARNOS A NOSOTROS MISMOS y esto significa prestarnos atención, aceptarnos, apreciarnos, darnos afecto o cuidarnos y admitir que somos seres humanos únicos, irrepetibles, originales dignos de ser amados como somos. ATRÉVETE TE CAMBIARÁ LA VIDA.

Victoria Cadarso

Etiquetas: